Guía Espiritual
Un maestro es un puente para que cada uno descubra la verdad de quién es.
Un Maestro Espiritual se le caracteriza por la integridad, no concibe la devoción y su trabajo es acabar con tu ego, llevarte a un equilibrio de entendimiento interno y proyectarte hacia un camino para que puedas salvar tu día.
El trabajo es sencillo, llevarte a la verdad y la libertad que mereces por derecho de nacimiento.
Un verdadero Maestro es humilde, discreto y se ha fundido en el origen de todo cuanto existe y viene a unir no a dividir.
Un verdadero maestro nos capacita para ser mejores personas, y quitará todas las capas que cubren su verdadera esencia para llevarnos a la expansión de consciencia.
Te enseñará todas las facetas y facultades, para conquistar tu estado mental y ponerlo en confrontación contigo mismo, mostrándote tus sombras.
Te llevará a rendirte a tu propia verdad, a la unidad del todo, sin juicios y desde el amor incondicional para que aprendas la rendición a tu consciencia más elevada, que está dentro de ti.
Siempre estás en guerra entre tu ego y tu alma, la mente consciente y la mente inconsciente. Un alumno entiende al Maestro cuando no lo comprende con su ego.
Un Maestro no tiene interés en ti, excepto en hacerte espiritual, confiado y sin miedo. Ese es el poder que él tiene y adoptará cualquier método para enseñarte tu debilidad.
Si él no puede mostrarte tu debilidad y tu negatividad, ¿por qué tienes un maestro espiritual?
Un maestro espiritual te ilumina, te agitará la consciencia y te hará vibrar el alma.
El maestro no es el cuerpo que ves sino la luz que hay en el.
Son seres de una verdadera evolución superior, pertenecen a la cadena ancestral, provienen de la Sagrada Tradición Iniciática, que es una Sucesión Discipular; ellos tienen una vida consagrada al espíritu, es el Sendero de la virtud e integridad congruente a lo que enseñan para guiar en el despertar de consciencia.